La Agencia Tributaria ha dado un paso decisivo hacia la implantación del nuevo sistema de control de la facturación al publicar una extensa guía de aclaraciones sobre los Sistemas Informáticos de Facturación (SIF) y el modelo VERI*FACTU. Con su entrada en vigor prevista para 2026, esta será la normativa más relevante del próximo año para empresas, autónomos y asesores fiscales, ya que supondrá un cambio estructural en la forma de emitir, registrar y conservar facturas.
Las preguntas frecuentes publicadas por Hacienda aportan una visión precisa de las obligaciones que deberán asumir los contribuyentes y de los requisitos técnicos que deberán cumplir los programas de facturación.

El objetivo central del sistema es asegurar que todas las facturas sean auténticas, íntegras y verificables, evitando su manipulación posterior. Para ello, los SIF deberán impedir alteraciones no registradas y garantizar la trazabilidad completa de cada documento.
Hacienda recuerda que estos requisitos afectan a todos los empresarios y profesionales, independientemente del tamaño de su negocio o del software utilizado, salvo quienes estén acogidos al SII. Quedan incluidos tanto los programas instalados en equipos propios como aquellos en la nube o integrados en ERPs.
Las nuevas obligaciones se articulan en torno a cinco bloques técnicos que marcarán la operativa de todos los SIF:
Asimismo, los programas deberán poder remitir información a la AEAT, emplear certificados electrónicos y cumplir los requisitos de seguridad establecidos en la normativa.
Uno de los elementos más relevantes es que cada software deberá contar con una declaración responsable emitida por su proveedor, que asumirá responsabilidad directa ante Hacienda.
Los obligados tributarios seguirán siendo responsables del cumplimiento, por lo que deberán verificar que su software está certificado antes de utilizarlo.
El sistema VERI*FACTU enviará automáticamente los registros a la AEAT en el momento mismo de su generación. Las facturas incluirán dos elementos clave:
Aunque inicialmente será voluntario, todo apunta a que su implantación se extenderá, al reducir riesgos, agilizar controles y facilitar el cumplimiento normativo.
El receptor de la factura también podrá enviar información a Hacienda, lo que permitirá una verificación más rápida y reducirá discrepancias en el IVA.
Además, la Administración anima a asociaciones y profesionales a colaborar en el proceso de implantación mediante pruebas y aportaciones técnicas.
El despliegue de VERI*FACTU no es una mera actualización informática: supone un nuevo paradigma en el control tributario. Su impacto será transversal y exigirá una revisión profunda de los sistemas de facturación de todas las empresas.