El Tribunal Supremo, en su sentencia 1314/2025, de 20 de octubre, marca un punto de inflexión en la interpretación de la responsabilidad subsidiaria del artículo 43.1.h de la LGT, con impacto directo en la estrategia de inspección y defensa de contribuyentes vinculados a grupos societarios.
El caso analizado parte de la declaración de responsabilidad subsidiaria de una sociedad por las deudas tributarias de otra entidad vinculada, en el marco de un entramado societario con transmisiones patrimoniales entre empresas controladas por una misma esfera familiar. El Supremo estima el recurso del obligado tributario y anula tanto la sentencia del TSJ como el acuerdo de derivación, al considerar insuficiente la fundamentación ofrecida por la Administración.

El Alto Tribunal fija una doctrina de especial interés para los asesores fiscales:
En términos claros: la validez formal de las operaciones no excluye la responsabilidad, pero la Administración solo puede derivarla cuando demuestre con precisión el consilium o scientia fraudis y el uso instrumental de la sociedad.
Pese a describir un entramado complejo de sociedades, transmisiones y vínculos familiares, el acuerdo de derivación analizado no supera el control de legalidad porque:
El Supremo recuerda que esta figura supone un “levantamiento del velo descendente” y, por tanto, requiere una motivación especialmente cuidadosa: no basta la sospecha ni la mera existencia de relaciones familiares o societarias.
Para los despachos que asesoran a grupos empresariales y administradores, esta sentencia ofrece una hoja de ruta:
La resolución refuerza una idea esencial para la práctica profesional: la lucha contra el fraude no habilita atajos jurídicos. La responsabilidad subsidiaria del artículo 43.1.h LGT es una herramienta potente, pero su uso exige precisión, prueba y respeto estricto al principio de legalidad. Para los asesores fiscales, el reto está en anticiparse: estructurar correctamente las operaciones y estar preparados para exigir que, cuando se cuestione a sus clientes, la Administración explique algo más que un simple “es todo lo mismo”.